La conexión entre el autismo y las vacunas por la logopedia de Chicago

Uno de los temas más debatidos hoy en día por los padres de niños pequeños es la conexión entre el autismo y las vacunas. A medida que las cifras de autismo en los jóvenes siguen aumentando, algunos especulan que el intenso calendario de vacunación de los bebés y niños pequeños está desempeñando un papel. Los padres luchan con el peso de la decisión de hacer lo mejor para sus hijos en medio de una serie de información contradictoria. Ningún padre quiere tomar la decisión equivocada, y escuchar el testimonio de otro padre, en lugar de un pediatra, puede hacer que la elección de vacunar o no sea pesada.

Vacunas impugnadas

El debate surgió cuando los padres empezaron a relacionar una serie de síntomas autistas con el momento de la vacunación de los niños. El autismo, un trastorno del desarrollo neuronal, suele empezar a mostrar síntomas entre el año y los dos años, cuando los niños reciben una gran cantidad de vacunas contra enfermedades como la hepatitis, la poliomielitis y el tétanos. Una de las vacunas más cuestionadas es la de la triple vírica, utilizada para prevenir el sarampión, las paperas y la rubeola, que se administra alrededor de los 15 meses de edad. Muchos padres de niños autistas creen que fue entonces cuando sus hijos empezaron a mostrar signos de advertencia de autismo, como la falta de contacto visual y la dificultad para reconocer a sus seres queridos, y creen que la culpa es de las vacunas.

A pesar de estas afirmaciones, las últimas pruebas científicas demuestran que no existe ninguna relación entre las vacunas y el desarrollo del autismo. Un artículo médico de 1998 que originalmente ayudó a avivar el fuego contra la vacuna triple vírica fue desacreditado recientemente, ya que se descubrió que el médico tenía un conflicto de intereses, al haber recibido financiación de una organización antivacunas. Otros estudios sobre la conexión entre el autismo y las vacunas no han encontrado ninguna correlación, lo que demuestra que el trastorno no está causado por estímulos externos, sino por anomalías genéticas.

Diagnóstico del autismo

El diagnóstico de autismo va en aumento, ya que los médicos, los terapeutas y los padres son más expertos en detectar los primeros síntomas. Aunque hay una amplia gama de pacientes con autismo, los signos más comunes son el comportamiento repetitivo, las dificultades en el desarrollo social básico y la dificultad de comunicación.

La detección precoz es lo mejor para ayudar a un niño autista a alcanzar una alta funcionalidad. Recibir una evaluación de un logopeda pediátrico autorizado puede ayudar a garantizar un tratamiento y un curso de acción adecuados.