Play and How it Stimulates Language Development: by Chicago Speech Therapy

Hay dos cosas muy importantes que hay que tener en cuenta a la hora de enseñar a tu hijo a hablar: el juego y la repetición. Estos dos ingredientes facilitan que los niños aprendan y procesen el lenguaje.

¿Cuáles son los beneficios del juego?

El juego es el estímulo y el permiso para que su hijo experimente con los sonidos, las palabras y la expresión. Se trata de un estado natural en el que aprenden las señales sociales y comprenden las formas de comunicación de los demás. El reflejo y la toma de turnos se aprenden durante el juego. Estos juegos pueden ayudarles a entender cómo escuchar, observar, imitar y aprender las formas de comunicación.

Como dice el refrán, la práctica hace la perfección. Esto es cierto cuando se aprende casi cualquier cosa. La repetición nos ayuda a formar patrones en nuestro cerebro. Aprendemos de la experiencia, de modo que si una determinada ocurre una y otra vez, podemos reconocerla e identificar cómo llegar al resultado final rápidamente a partir de nuestro propio recuerdo de ella.

Con los conocimientos anteriores puedes ser tan creativo como quieras para enseñar a tu hijo. Los juguetes y los juegos suelen presentar nuevas formas de introducir información. La imitación es una gran forma de enseñar a los niños.

Ejemplos de juego eficaz

Un niño golpea un bloque en el suelo. Coge el bloque y haz lo mismo, luego espera a que el niño realice otra acción. El niño dice "eeeeee" y agita su mano en el aire. Repite el sonido y el gesto como lo ha hecho el niño y espera el siguiente movimiento. En el siguiente turno, puede repetir el niño y añadir su propio final, quizás leyendo la letra del bloque, "B" y haciendo un sonido de "b", "baaaa". Aunque el niño no acierte el sonido, estás introduciendo nueva información. También está aprendiendo las pautas de la discusión, ya que se turnan para ir y venir. Escuchar es una parte vital de la comunicación, y se enseña fácilmente utilizando esta forma de juego.

Incluso las tareas más mundanas pueden convertirse en un juego. Doblar la ropa puede introducir los colores y los logotipos de las camisetas pueden introducir las letras. Tómese el tiempo necesario para mostrar a su hijo diferentes ejemplos del mundo que le rodea. Los juguetes y los juegos pueden hacerse a partir de cualquier cosa del entorno del niño. Todo lo que rodea a los bebés es nuevo para ellos, y necesitan una introducción adecuada a todo ello.

Guía para la compra de juguetes

Cuando se compran juguetes hoy en día, uno se preocupa en dos niveles diferentes: ¿Reaccionará bien mi hijo? ¿Aprenderá efectivamente? A menudo ocurre que los juguetes llamativos que se mueven captan la atención del niño, pero no le proporcionan ninguna información valiosa para aprender. Asegúrate de que los juguetes en los que inviertas permitan jugar y conversar. Si el juguete se encarga de mover, hablar y expresar, ¿qué le queda por hacer a tu hijo? Elige juguetes que le recuerden su entorno: personas con caras y entornos en los que haya estado (tiendas de comestibles, casa, parque). Esto les permitirá imitar las cosas que han presenciado durante el tiempo de juego. Los niños reaccionan a cosas diferentes, así que fíjate en lo que más le llama la atención a tu hijo.